El vicepresidente de Brasil y actual presidente interino durante el viaje de Dilma Rouseff a la cumbre del G20, Michel Temer, afirmó este lunes que el gobierno brasileño está "tranquilísimo" ante las investigaciones en torno al escándalo de corrupción en Petrobras.
Así lo expresó tras su salida de un seminario organizado por el Tribunal de Cuentas de la Unión en Brasília adoptando un tono de sosiego del gobierno tras las declaraciones de Rousseff, quien a través de un vídeo el pasado domingo, declaró que los resultados de la "Operación Lava Jato" son un hito que "podría cambiar la historia de Brasil".
"Estamos tranquilísimos. Es competencia de la Policía Federal, la Justícia y el Congreso Nacional llevar a cabo las investigaciones. Todas las palabras de la presidenta y de todos los órganos de gobierno apuestan por incentivar las investigaciones", declaró el número dos de Rousseff y miembro del socio de gobierno, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).
Para Temer, las investigaciones no deberían por el momento interrumpir el funcionamiento de las empresas que están prestando servicios a la petrolera semiestatal, a pesar de estar siendo investigadas por la Policía Federal, ni deberán afectar a la gestión de su presidenta, Graça Foster.
Sin embargo, el vicepresidente reconoció que a medio plazo las investigaciones podrían suponer una reforma de la cúpula directiva de la petrolera así como la dimisión de su actual presidenta como una manera de despejar posibles dudas en el mando de la mayor empresa del país y recuperar la credibilidad ante los inversores privados.
"Seguramente Rousseff hará las deliberaciones pertinentes sobre el asunto a finales de año", respondió Temer ante la posible renovación de la cúpula directiva de la petrolera de cara al segundo mandato de Rousseff que se iniciará el 1 de enero de 2015.
Por último, el vicepresidente negó las conexiones del empresario detenido el pasado viernes, Fernando Soares o "Fernando Baiano", fuera el representante del PMDB dentro de la red de corrupción que operaba en Petrobras.
Tanto el Partido de los Trabajadores (PT) como su socio de gobierno, el PMDB, habrían sido señalados como supuestos organizadores y beneficiarios del esquema de desvío de fondos públicos y blanqueo de dinero a través de contratos con Petrobras por el exdirector de Abastecimiento, Paulo Roberto Costa, y su socio el inversor, Alberto Yousseff.
Ambos se encuentran bajo arresto desde el pasado mes de marzo cuando se activó la "Operación Lava Jato" y debido a su pacto con la Justicia, consistente en la reducción de penas a cambio de colaboración, se han convertido en las principales fuentes de información para las investigaciones posteriores.
