Las potencias aliadas que contribuyeron en la derrota de Napoleón Bonaparte han recibido, con un retraso cercano a los 200 años, la medalla originalmente diseñada en conmemoración de la batalla de Waterloo, que precipitó el ocaso del Imperio francés.
El singular reconocimiento ha tenido lugar este martes en una ceremonia celebrada en Aspley House, la residencia oficial del duque de Wellington, el oficial británico que comandó las tropas aliadas en el ahora famoso enclave de Bélgica.
El embajador ruso en la capital británica, Alexandr Yakovenko, su homólogo austriaco, Emil Brix, y la número dos de la legación alemana, Tania Freiin von Uslar-Gleichen, aceptaron en representación de sus respectivos países la histórica moneda, que se ha acuñado por primera vez.
Los tres diplomáticos recibieron la distinción de manos de lord Duoro, hijo del actual duque de Wellington.
El descendiente del noble militar obtuvo a su vez su correspondiente Medalla de Waterloo, que también se ofrecerá a la reina Isabel en ocasión del bicentenario de la histórica contienda.
La idea de la ofrenda surgió diez días después de la decisiva batalla de Waterloo, el 18 de junio de 1815.
Sir William Wellesley Pole, hermano del célebre militar, encargó al grabador Benedeto Pistrucci una pieza conmemorativa sin parangón para marcar la gran victoria de las guerras napoleónicas.
Pistrucci realizó un trabajo digno de la cruzada internacional contra Napoleón.
Diseñó una medalla de 139 mm de diámetro y exuberante decoración.
En un lado de la pieza reprodujo los bustos de los cuatro soberanos de los países aliados entre guirnaldas de laurel y escenas alegóricas.
En el anverso, situó al duque de Wellington y su homólogo prusiano, el príncipe Blucher, entrando en acción y rodeados de motivos mitológicos griegos.
El grabador perfeccionó su meticuloso y excepcionalidad diseño, pero tardó 3o años en completar los troqueles. Para entonces los cuatro mandatarios habían muerto y la medalla no llegó a acuñarse.
El 200 aniversario de la Batalla de Waterloo, que se conmemora en una serie de eventos en Reino Unido y Bélgica a lo largo de 2015, ha sido el acicate de la primera acuñación de la obra maestra de Pistrucci.
Su descendiente, Angela Pistrucci, por fin pudo palpar hoy una icónica medalla tal y como la imaginó el renombrado grabador del siglo XIX.
“La batalla de Waterloo fue un hito en la historia europea. Puso fin a 20 años de conflicto y tuvo un gran impacto en muchos miles de vidas, dando paso a cinco décadas de relativa paz y estabilidad”, ha señalado durante la ceremonia Tim Cook, co-presidente del comité Waterloo 200.
