El ministro del Tesoro británico, George Osborne, ha alcanzado un acuerdo con sus homólogos europeos que, según ha explicado esta tarde, reduce la contribución de 2.100 millones de euros que la Comisión reclama a Reino Unido y retrasa la fecha de pago hasta 2015.
"En vez de asumir la factura, la hemos recortado en la mitad, la hemos retrasado y no pagaremos intereses", aseguró en Bruselas al concluir la reunión de ministros de Finanzas y Economía (ECOFIN).
El acuerdo alcanzado tras cuatro horas de negociaciones permite a Reino Unido realizar dos pagos, en julio y septiembre del año próximo. La Comisión había impuesto una fecha límite el próximo 1 de diciembre y había amenazado con imponer altos intereses por cada jornada en demora.
"Hemos conseguido un resultado que nadie esperaba", celebró Osborne. El responsable del Tesoro británico también recalcó que los ministros comunitarios han "cambiado permanentemente las normas de UE para evitar que esto vuelva a suceder".
La reducción en el 50% de la contribución pendiente es, sin embargo, objeto de interpretaciones contrastadas. El ministro conservador asegura que el monto final rondará en torno a los 850 millones de libras (por encima del millar millones de euros), en vez de 2.100 millones de euros.
Pero esta cifra incluye el descuento del reembolso que Reino Unido hubiera recibido este año. La cantidad final del dinero que Bruselas devuelve a Londres desde 1984- tras una dura negociación de la entonces primera ministra Margaret Thatcher- aún no se ha calculado para el presente ejercicio fiscal.
El líder del Partido por la Independencia de Reino Unido, Nigel Farage, ha denunciado como una "exagera" farsa el acuerdo alcanzado en el ECOFIN.
