Miles de manifestantes han recorrido las calles de algunas ciudades de Jordania para pedir al gobierno que cancele su acuerdo de paz con Israel tras la escalada de la violencia que se ha producido en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, el cierre total de la misma la semana pasada y las restricciones de acceso que Israel impone a menudo a los palestinos musulmanes.
"Muerte a Israel", coreó la multitud en varias ciudades, y exigió que la embajada de Israel en Amán se cierre. "¿Por qué guardas la embajada de los judíos? Debe ser demolida" ha afirmado el jeque Hamam, jefe de los Hermanos Musulmanes, en el centro de Amán.
Jordania retiró a su embajador de Israel el miércoles -la primera vez desde que ambos países establecieron relaciones diplomáticas en 1994- por las "violaciones cometidas" en la Explanada de las Mezquitas, que los musulmanes llaman Haram al-Sharif (Noble Santuario) y los judíos, Har HaBait (El Monte del Templo), gestionado por Jordania junto a las autoridades religiosas.
Jordania culpa a Israel de la crisis que se ha producido en la Explanada y condena las demandas de ultranacionalistas judíos para tener un mayor acceso al recinto, el lugar más sagrado para los judíos y el tercer sitio más sagrado para los musulmanes.
"Al-Aqsa necesita la liberación y toda la gente de Jordania está dispuesta a librar la yihad (guerra santa) para liberar nuestros lugares sagrados", coreaban los manifestantes en Amán. Otros cantaban una canción que hace un llamamiento a los palestinos a "correr a por los colonos en las calles, perseguirlos por todas partes y asaltarlos con palos y piedras".
