Brasil no sufrirá racionamientos de energía eléctrica durante el próximo año a causa de la sequía que mantiene a mínimos históricos la producción energética de algunas de las principales centrales hidroeléctricas del país, según declaró este viernes el secretario ejecutivo del Ministerio de Minas y Energía, Marcio Zimmermann.
Las palabras de Zimmermann responden al informe divulgado este jueves en el que se alerta del alto riesgo de superar el límite de déficit energético del 5% en las zonas occidentales del sur y el centro de Brasil, país cuya superficie representa el 80% del tamaño de Europa.
"Este año fue un test (para el sistema eléctrico)", argumentó Zimmerman, quien consideró que el déficit del 5% es un dato seguro ya que "en la época de racionamiento de 2001, ese mismo indicador llegó en torno al 45%". Además, defendió que la situación mejoraría a partir de noviembre gracias al nuevo periodo de lluvias.
El optimismo del secretario ejecutivo de Minas y Energía coincidió con el de Hermes Chipp, director general del Operador Nacional del Sistema Eléctrico (ONS). Chipp también descartó cualquier posibilidad de cortes en el suministro eléctrico con el fin de ahorrar agua aunque el desequilibrio entre el consumo y la producción de electricidad alcance el 10%.
El jefe de la ONS explicó que si las reservas de agua llegan al 30% en abril tras la época de lluvias, tal y como prevén las autoridades brasileñas, ninguna zona del país estará en riesgo de sufrir cortes en el suministro eléctrico a lo largo de 2015. Ayer el organismo que dirige reveló que las reservas de agua en las zonas centro y suroeste se encontraban al 17,8% de su capacidad total.
Junto a Zimmermann y Chipp, varias autoridades encargadas de gestionar la red de producción y suministro eléctrico de Brasil se sumaron al mensaje de tranquilidad durante el encuentro de la Asociación Brasileña de Productores Independientes de Energía Eléctrica celebrada este viernes en Brasilia, capital del país. En una entrevista concedida este jueves a medios nacionales, la presidenta Dilma Rousseff también negó la posibilidad de ver racionamientos en 2015.
No obstante, los asistentes al encuentro reconocieron los desafíos estructurales del sistema eléctrico brasileño y llamaron la atención sobre la necesidad de ampliar y modernizar las redes de transmisión eléctrica de la mayor economía de América Latina.
Aproximadamente dos tercios de la energía eléctrica de Brasil procede de centrales hidroeléctricas. En los últimos meses la escasez de lluvias puso en alerta a las autoridades de algunos de los estados más representativos de Brasil, como São Paulo, Río de Janeiro y Minas Gerais.
