El ciudadano ruso, Vladímir Drinkman, acusado por EEUU de robar al menos 160 millones de números de cartas bancarias podría ser condenado a cadena perpetua, cree el abogado neoyorquino Arkadi Bukh.
"Esperamos que comparezca ante el tribunal en los próximos dos meses. Es posible que la acusación insista en cadena perpetua", dijo este miércoles Bukh a Nóvosti.
El abogado comunicó que representa los intereses del ucraniano Mijaíl Ritnikov que, según la investigación, fue cómplice de Drinkman y actualmente está en busca y captura. Se supone que Ritnikov le otorgó a Drinkman alojamiento virtual para conservar los números robados de cartas bancarias.
La acusación estima que la actividad de los hackers provocó un daño de 80.000 millones de dólares.
Otro ruso relacionado con el caso, Dmitri Smilianets, ya pasó dos años en una cárcel estadounidense sin reconocer su culpa. Se desconoce el paradero de otros dos hackers rusos, Alexandr Kalinin y Roman Kotov.
El Gobierno de Países Bajos aprobó la víspera la extradición de Drinkman a EEUU.
Según la investigación, los rusos Drinkman, Kotov, Smilianets y el ucraniano Ritikov accedieron a las redes de grandes empresas estadounidenses e internacionales y descargaron durante siete años los datos de más de 160 millones de cartas de crédito y de débito que luego revendieron.
La Fiscalía de EEUU considera que es el ciberdelito más grave de la historia del país.