Los primeros vehículos comenzaron a circular esta mañana por Nathan Road después de que una rápida operación policial desalojara a las escasas decenas de estudiantes que aún permanecían ahí.
El movimiento prodemocrático ha perdido así Mong Kok, en la orilla continental de la excolonia y uno de sus principales baluartes durante las últimas tres semanas. La presencia estudiantil se reduce ahora a unos pocos en Causeway Bay y varios centenares en Admiralty, el epicentro de las protestas.
Avery Ng Man-yuen, vicepresidente de la Liga de Socialdemócratas y uno de los desalojados, ha calificado de "inaceptable" la propuesta policial de desplazarse a un área designada cercana sobre el pavimento. "Lo más importante es que el Gobierno escuche nuestras llamadas", ha asegurado al diario South China Morning Post.
Unos 800 agentes se han dirigido a primera hora de la mañana a la intersección entre Nathan Road y la calle Argyle, donde se levantaba el campamento de Mong Kok, según el diario local South China Morning Post.
En pocos minutos han rodeado a la treintena de estudiantes que aún dormían y retirado todas las barricadas y tiendas de campaña. La operación apenas ha durado media hora y no ha registrado incidentes ni detenidos.
El personal de limpieza arrancaba poco después de las fachadas y de los muros de una sucursal bancaria las miles de proclamas democráticas que las han decorado durante semanas, las grúas depositaban en camiones los restos del campamento y la policía escoltaba a los vehículos a su paso por Nathan Road.
El pacífico desalojo de esta mañana contrasta con los fragorosos enfrentamientos registrados dos días atrás en Admiralty, durante los que un manifestante recibió una paliza de siete agentes de paisano que desencadenó la indignación popular.
A pesar de que el grueso del movimiento se ha concentrado en Admiralty, el campamento de Mong Kok ha ocupado la atención mediática por los frecuentes enfrentamientos que se han producido entre estudiantes y vecinos contrarios a las protestas y por el ataque que sufrieron los primeros a manos de cientos de violentos con vínculos con las mafias.
Mong Kok es un barrio popular de clases trabajadoras con una amplia presencia de chinos llegados del interior, donde las protestas antidemocráticas han disfrutado de menos apoyo popular. Las numerosas joyerías y tiendas de electrónica que tienen a los turistas del interior como principales clientes han lamentado la caída de las ventas.
La operación ha llegado apenas un día después de que el jefe del Ejecutivo de Hong Kong, CY Leung, volviera a proponer reunirse con los estudiantes la semana próxima para discutir las reformas políticas.
Leung ya advirtió que las conversaciones no impedirían las acciones policiales contra las ilegales ocupaciones del espacio público. Los estudiantes y la plataforma cívica Occupy Central exigen la dimisión de Leung y el sufragio universal en 2017 con la libre designación de candidatos.
El Jefe Ejecutivo ya ha descartado la segunda reclamación, lo que genera dudas de que las reuniones puedan resolver el conflicto.
