La ciudad brasileña de Sao Paulo batió el viernes el récord de temperatura al alcanzar los 37,8 grados centígrados, según informó el Instituto Nacional de Meteorología brasileño (Inmet).
Desde que se iniciaron las mediciones en 1943, solamente el 10 de enero de 1999 se habían superado los 37º C en la capital paulista, la mayor ciudad de Latinoamérica con sus 21 millones de habitantes.
Según el Inmet, una masa de aire seco estaría desplazándose por la región y calcula que sus efectos se dejarán notar en las próximas 120 horas.
Para el climatólogo Vítor Kratz, la burbuja de calor extremo se debe al fortalecimiento de aire seco en la atmósfera que bloquea desde mediados de semana la entrada de frentes fríos, impidiendo la formación de chubascos y la caída de las temperaturas.
El científico además opina que la anomalía guarda relación con el surgimiento de "El Niño", fenómeno meteorológico debido al aumento de temperatura en el Océano Pacífico que en Sudamérica se traduce en un debilitamiento de los vientos alisios en el ecuador afectando al transporte de la humedad en el globo.
De esta manera, la distribución de lluvias en las regiones tropicales se ve alterada y se producen anomalías en las temperaturas, algo que explicaría el récord de temperaturas en Sao Paulo que, además, enfrenta una de las peores sequías de su historia.
Tanto es así que el recientemente reelegido gobernador del estado de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, avisó de que el suministro podría verse afectado en la metrópolis en menos de 30 días.
Según Kratz, la situación no parece ir a mejorar debido a que las lluvias previstas para el mes de octubre no serán suficientes para reabastecer los niveles de los embalses del sistema "Cantareira", del cual se abastece Sao Paulo, y que en la actualidad se puede encentar al 4,3% de su capacidad.
