La navegación en el mar Rojo corre peligro ahora que las milicias hutíes controlan Al Hodeida, ciudad de más de dos millones de personas y uno de los principales puertos yemeníes situado a 226 kilómetros al oeste de Saná, opina el analista Faisal al Haj.
“El acceso de los hutíes al estrecho de Mandeb, corredor internacional por el que navegan megapetroleros, constituye una amenaza para los intereses de los países del Golfo y del mundo entero”, advirtió Al Haj en declaraciones a Nóvosti.
Un eventual cierre del estrecho, si se producen ataques contra barcos, provocaría también el cese de la navegación en el canal de Suez, lo que a su vez supondría un golpe a la de por sí precaria economía de Egipto, a juicio del experto.
Otro peligro, según él, es que los hutíes accedan a las transacciones de armas, tanto al nivel de simples traficantes como por parte de los Estados que buscan desestabilizar Yemen.
Rebeldes del movimiento chií Ansar Alá (Segudores de Dios), conocidos como hutíes, incumplieron el acuerdo del pasado 21 de septiembre, por el que se comprometían a desalojar los edificios públicos ocupados en Saná, y fueron extendiendo su control a vastos territorios de Yemen.
Del 14 al 16 de octubre se apoderaron de las ciudades de Al Hodeida, Eb y Damar, en el oeste del país árabe, así como de varios objetivos estratégicos, en particular, algunas bases del Ejército gubernamental.
