Los ataques contra estudiantes de una escuela rural de maestros, perpetrados la noche del 26 de septiembre, con saldo de 6 muertos, 20 heridos y 43 desaparecidos en el estado de Guerrero, suroeste de México, son "un momento de prueba" para el país, dijo el miércoles el presidente, Enrique Peña.
"Los lamentables hechos ocurridos en Iguala, Guerrero, son un momento de prueba para las instituciones y la sociedad mexicana en su conjunto", dijo el mandatario en un discurso por el 61º aniversario del Voto de las Mujeres en México, y del Día Internacional de las Mujeres Rurales.
"El sentimiento colectivo de indignación, de dolor y de coraje demuestra que los mexicanos estamos unidos, que somos solidarios con el sufrimiento de nuestros hermanos, y lo más importante, demuestra que rechazamos la violencia", expresó emocionado el Presidente mexicano.
El jefe de Estado dijo que "la violencia, venga de donde venga, es contraria a lo que somos como país. La violencia nunca será la solución ni el camino hacia un mejor futuro", agregó Peña.
El clima de descontento se extiende cada día y el lunes causó la destrucción del Palacio de Gobierno del estado de Guerrero y otros edificios públicos por manifestantes que acompañaban a los familiares en la capital estatal, Chilpancingo, entre la Ciudad de México y el puerto de Acapulco.
El presidente mexicano volvió a prometer que frente a esos crímenes, no habrá impunidad. "Éste es un esfuerzo compartido de todo el Estado mexicano, que claramente ve en esto una señal para ir a fondo y combatir, también a fondo, la impunidad. El Estado mexicano hallará y aplicará todo el peso de la ley a los culpables", puntualizó.
La declaración presidencial es emitida un día después de que expertos forenses descartaron que 28 cuerpos calcinados encontrados, el domingo 6 de octubre, en fosas clandestinas, en los cerros que rodean Iguala (200 km al oeste) los 43 estudiantes rurales secuestrados en Iguala, estado de Guerrero.
Las esperanzas de los familiares de los 43 estudiantes desaparecidos han renacido, pero surgió una nueva incógnita sobre quiénes son los muertos en esas fosas, mientras se analizan otras cuatro fosas encontradas el 9 de octubre y un grupo más de entierros clandestinos anunciado el martes por la noche, por el Procurador general Jesús Murillo, sin mayores detalles.
"Tengan la seguridad de que las dependencias del Gobierno de la República están trabajando para localizarlos", fue el mensaje del mandatario a los familiares y compañeros de los desaparecidos.
El presidente Peña afirmó que seguirá "trabajando en todos los frentes para hacer de México un país de leyes, y en el que prevalezca el Estado de Derecho".
El jefe del poder ejecutivo dijo que "el México en paz, el México influyente y próspero que queremos, debemos construirlo con base en la ley, en las instituciones y en el respeto irrestricto a los derechos humanos".
Por ese caso flagrante de violación a los derechos humanos, México ha recibido llamados para encontrar a los culpables y castigarlos de parte de organismos de la ONU, la OEA, la Unión Europea, Amnistía Internacional y decenas de organismos humanitarios y de la sociedad civil mexicana e internacional.
