España regresa a Irak una década después de abandonarla precipitadamente. El ministro de Defensa español, Pedro Morenés, ha anunciado hoy que enviará 300 militares dentro de la contribución a la coalición internacional, liderada por Estados Unidos, en su lucha contra Estado Islámico (EI).
En abril de 2004, el presidente socialista, José Luis Rodríguez Zapatero ordenó nada más llegar al poder la retirada de las tropas españolas del conflicto bélico en esa región.
El ministro conservador ha afirmado que la misión de ahora excluye "el combate directo como elemento operativo", ya que "no estamos allí para eso", y que España va a Irak con "todas garantías de seguridad" de las fuerzas desplegadas.
Los soldados españoles, según Morenés, "trabajarán conjuntamente con Italia, se encargarán de entrenar y adiestrar una brigada del Ejército iraquí a lo largo de siete u ocho semanas"
El Parlamento español debe autorizar este operativo.
Morenés ha hecho este anuncio tras el Consejo de Ministros que también ha aprobado la utilización de las bases de Rota y Morón por parte de las fuerzas de la coalición que luchan contra el yihadismo.
"Vamos a ampliar las capacidades de nuestras bases aéreas para apoyar a las necesidades que tenga el mando central de EEUU", un acuerdo que no necesita del visto bueno del Congreso de los Diputados, recuerda Morenés. "La idea es entrenar en artefactos y desminado y en operaciones especiales", ha indicado.
En una rueda de prensa, el ministro ha destacado que el "esfuerzo en Irak tiene que ver con el planteamiento en ese país que no es solo contener avance del Estado Islámico sino el proporcionar a Irak una estructura de Estado y garantizar la seguridad de los ciudadanos".
Y ha defendido que hay que "enseñar a pescar y no dar pescado; es decir, que "cada país garantice su propia seguridad".
