El narcotraficante Vicente Carrillo Fuentes, alias El Viceroy, de 52 años, hermano del difunto Amado Carrillo Fuentes, el célebre capo conocido como El Seños de los Cielos, por haber operado con su propia flota aérea, fue detenido en la ciudad de Torreón, 800 km al norte de la capital, en estado de Coahuila, anunció este jueves la Policía Federal.
EEUU ofrecía una recompensa de 5 millones de dólares, acusado de contrabando de cocaína dese México, con el control de una importante ruta de cocaína, heroína, metanfetamina y marihuana más de México hacia EEUU.
El Viceroy es hermano del Señor de los Cielos, quien murió en 1997 en el Hospital privado de la Ciudad de México cuando se sometía a una cirugía plástica, sin embargo, su muerte quedó envuelta en una nebulosa de dudas y versiones contradictorias.
El cártel de Juárez ha sido una de las mafia históricas del narcotráfico mexicano, que logró la protección del general Jesús Gutiérrez Rebollo, entonces Zar antidrogas. En 1997, durante el gobierno de Ernesto Zedillo, Rebollo fue arrestado, acusado de proteger al cártel de Juárez de los Carrillo Fuentes, y de atacar sólo a los enemigos de esa mafia. El militar falleció en diciembre de 2013 de un infarto, en prisión docimiliaria.
Igual que los hermanos Beltrán Leyva, Vicente Carrillo es originario del estado de Sinaloa (noreste), un estado con costas al Océano Pacífico.
En 2008 se alió a los hermanos Beltrán Leyva, enemigos del cartel de Joaquín Guzmán, El Chapo, a quien consideraban traidor y culpable de la caída de Arturo Beltran Leyba, abatido en 2009 por la Armada en la ciudad de Cuernavaca, 90 km al sur de la Ciudad de México.
La captura del capo fue "limpia", sin disparos, de acuerdo a las primeras versiones policiales.
El 3 de octubre pasado, fue apresado Héctor Beltrán Leyva, último líder de una mafia familiar que surgió en el noroeste de México, en el estado de Sinaloa, buscado desde 2009, cuando tomo el control de uno de los más poderosos carteles del narcotráfico mexicano.
De todos los grandes capos mexicanos "están sueltos pocos después de los hermanos Beltrán Leyba y el Chapo Guzmán. Los hermanos Arellano Félix se acabaron. El más fuerte de todos es Ismael Zambada, El Mayo", es el último gran prófugo, dijo el investigador José Reveles, autor de varios libros sobre el narcotráfico, en entrevista reciente con Nóvosti.
En su informe anual de Gobierno, el 1 de septiembre pasado, el presidente Enrique Peña informó que su gobierno había detenido a 84 de los 122 líderes criminales más buscados, 71 presos y 13 muertos.
Las detenciones de capos y la disminución de los puntos de control y enfrentamientos abiertos marca una diferencia entre el actual y el anterior gobierno de Felipe Calderón, que lanzó su sangrienta cruzada armada antidrogas que dejó unos 70.000 muertos en seis años.
"Peña lo hace sin parafernalia y buscando mantener una imagen de efectividad", dijo a la agencia Nóvosti, el director del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia (IMDHD), Edgar Cortez.
