Actualizada a las 22.57 horas de Moscú
Excálibur, el perro de la enfermera contagiada por el ébola en España, ya ha sido sacrificado, a pesar de la amplia movilización popular que ha recogido más de 375.000 firmas en pocas horas para exigir que se ponga a la mascota en cuarentena.
Así lo ha confirmado el Partido Animalista, que ha intentado, sin éxito, evitarlo. "Ahora sí confirmamos las malas noticias. Excálibur ha sido sacrificado".
El animal fue sacrificado dentro de la vivienda por miembros del laboratorio de Seguridad Biológica de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense. Su cadáver fue trasladado a una incineradora.
La Consejería pedía que se procediese "a la eutanasia del perro mediante las medidas adecuadas para evitar su sufrimiento, utilizando las medidas de bioseguridad y biocontención adecuadas a este riesgo, y el posterior traslado e incineración del cadáver del animal".
A la salida de la residencia, se sucedieron los gritos de "asesinos" e incluso hubo violentos enfrentamientos entre la policía y los decenas de manifestantes. Los disturbios terminaron con un herido que tuvo que ser trasladado a un centro médico por una ambulancia.
De esta forma se cumple la orden de la Consejería de Sanidad de Madrid, ratificada por un juez, pese a la negativa del dueño de la mascota.
La Comunidad de Madrid decidió sacrificarlo porque "vivía en estrecho y permanente contacto con la paciente infectada por este virus". Sin embargo, muchos de los detractores de esta opción, criticaron que no se le hiciesen las pruebas o se le pusiese en cuarentena para certificar si tenía ébola.
Javier Limón, marido de la enfermera que ha dado positivo en ébola, hizo ayer un dramático llamamiento desde la habitación en la que se encuentra aislado como medida de prevención, para salvar la vida de su mascota.
Limón dejó al perro en la casa con agua y comida y con el balcón abierto, mientras él permanecía en cuarenta. "Me parece injusto que por un error de ellos quieran solucionar esto por la vía rápida. Un perro no tiene porqué contagiar nada a una persona y al revés tampoco. Si tanto les preocupa este problema creo que se pueden buscar otro tipo de soluciones alternativas, como por ejemplo poner al perro en cuarentena y observación, como se ha hecho conmigo. ¿O acaso hay que sacrificarme a mí por si acaso?", explicaba a través de un vídeo que colgó en las redes sociales.
El impacto de sus palabras fue inmediato. La reacción en la calle y en las redes sociales no se hizo esperar. Centenares de personas acamparon desde ayer en la entrada del domicilio de la pareja para intentar impedir que acabaran con la vida del animal, mientras la plataforma change.org recogía más de 375.000 firmas en pocas horas.
Mientras, la Organización Mundial de la Salud ha comunicado este miércoles que, según datos del 5 de octubre, el número de los muertos por ébola alcanzó las 3.879 personas de las 8.033 infectadas.
