Cientos de personas manifestaron este domingo en la capital yemení, Saná, para pedir la retirada de los insurgentes chiíes del movimiento Al Huti que tomaron esa ciudad el pasado 21 de septiembre, informa un corresponsal de Nóvosti desde el lugar de los hechos.
"Si los hutíes quieren que la gente tenga confianza en ellos (...) deben respetar la ley y retirarse de la capital cuanto antes, así como desalojar los edificios oficiales que habían tomado", dijo a esta agencia Ammar Yajia, un residente de Saná que tomo parte en las protestas.
Insurgentes chiíes del movimiento Al Huti, que actúa en Yemen desde 1994 y controla actualmente territorios del norte del país, ocuparon el 21 de septiembre las sedes de varios ministerios y otros edificios administrativos en una ofensiva que siguió a días de combates encarnizados en las inmediaciones de la capital y en las provincias del norte. Los milicianos explicaron su avance con la necesidad de garantizar el acceso al poder de la minoría chií cuyos intereses han sido "ignorados desde la revolución de 2011".
Al menos 300 personas murieron en los enfrentamientos que los rebeldes chiíes y las milicias suníes protagonizaron a mediados de septiembre en las afueras de Saná.
El pasado lunes, los principales partidos políticos, incluidos Al Huti, y el presidente Abdo Rabu Mansur al Hadi, firmaron un acuerdo de paz auspiciado por la ONU.
Sin embargo, los hutíes siguen controlando varias calles y entradas a Saná, así como algunos edificios públicos.
Muchos residentes locales temen que los milicianos hutíes comenzarán a irrumpir en edificios residenciales e instan que respeten el acuerdo conseguido con las autoridades del país para retirarse de Saná.
Sin embargo, los insurgentes también tienen muchos partidarios en la ciudad que consideran que las milicias tienen derecho a participar en el proceso político porque han conseguido entre otras cosas que el gobierno bajara los precios de gasolina.
Desde agosto pasado Yemen es escenario de las protestas chiíes que exigen la dimisión del Gobierno y reclaman, además, restablecer los subsidios que mantenían el bajo precio del combustible.
Compañías aéreas cancelaron el 19 de septiembre sus vuelos a Saná a raíz de los disturbios en Yemen.
