Varios choques armados dejaron este fin de semana al menos 18 muertos en México, en dos provincias marcadas por la violencia, Chihuahua en el norte, y Guerrero en el sur, informaron autoridades judiciales.
Once sicarios murieron la madrugada del domingo en un enfrentamiento entre pandillas de narcotraficantes, en el municipio de Guachochi, de la región serrana del estado de Chihuahua, fronterizo con EEUU, que ha sido escenario de violencia desde 2010.
Cuatro de los cadáveres fueron incinerados en una camioneta y la policía encontró unos 1.000 cartuchos dispersos en la zona, informó el domingo la fiscalía de Chihuahua.
En otro hecho de violencia, 22 policías municipales fueron detenidos por unidades militares en la ciudad de Iguala el domingo, en el estado de Guerrero (suroeste), relacionados con varios ataques armados durante la madrugada del sábado, donde murieron seis personas y 17 resultaron heridas, informó en un comunicado la fiscalía de ese estado.
La madrugada del sábado policías municipales, apoyados por pistoleros civiles, balearon a estudiantes de una escuela de maestros normalistas, donde murieron dos jóvenes. En un segundo ataque de civiles armados contra un autobús donde se trasladaba un equipo local de fútbol, dos personas murieron, en la carretera de Iguala a Chilpancingo, capital de Guerrero, entre ellas el conductor, otro cuatro heridas.
Cinco estudiantes aspirantes a maestros rurales resultaron heridos, y 20 jóvenes más resultaron con lesiones menores. Otros 55 estudiantes han sido reportados desaparecidos en esos confusos enfrentamientos.
Finalmente, el líder nacional del Partido Acción Nacional (PAN, centroderecha) Gustavo Madero, condenó el asesinato de Braulio Zaragoza, secretario general de ese partido en Guerrero, cometido este domingo en el puerto turístico de Acapulco, en las costas del Pacífico de ese estado.
Los dos estados, Chihuahua y Guerrero, han sido afectados por la violencia del narcotráfico, en la que han muerto más de 70,000 personas en México desde el 2007, la mayoría durante el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012), que desató una guerra frontal contra los carteles de las drogas.
La semana pasada, el país fue conmocionado con la detención de siete soldados y militar del Ejército, sospechosos de presuntas ejecuciones extrajudiciales de 22 sicarios, entre ellos una niña de 15 años, que se habrían rendido y capturados vivos, el municipio de Tlatlaya del estado de México, que rodea la capital, el 30 de junio pasado.
En la mima semana de violencia, el diputado federal Gabriel Gómez Michel, 49 años, quien encabezó la Comisión de Derechos Humanos del Congreso de México, fue secuestrado, asesinado e incinerado junto con su chofer por desconocidos en su auto, el miércoles 24 de septiembre.
