El Parlamento británico celebrará una sesión especial el próximo viernes para debatir la participación del Reino Unido en los bombardeos contra el Estado Islámico (EI).
La Cámara de los Comunes, que está en receso estos días mientras se celebran los congresos de otoño de los partidos políticos, se reunirá con carácter de urgencia para discutir y votar el plan acción pactado este miércoles por el primer ministro David Cameron durante la cumbre de la ONU en Nueva York.
La convención parlamentaria obliga al primer ministro a recabar el apoyo de la mayoría de diputados antes de lanzar un ataque militar. En este caso, la Royal Air Force (RAF) está ya en alerta para actuar contra los yihadistas del EI en cooperación con las fuerzas aliadas. La entrada en operación de la aviación británica estará limitada en un principio al espacio aéreo de Irak.
El comunicado de Downing Street no hace mención a posibles bombardeos sobre posiciones islamistas en Siria, a los que en principio se oponen diputados de todos los partidos. El propio Cameron se muestra reacio a lanzar los cazas de la RAF sobre territorio sirio desde que el parlamento bloqueó la opción de ataque contra el régimen del presidente Assad el año pasado.
"Lo que vamos a hacer es legal y corecto. No requiere la intervención de tropas de tierra. Tengo confianza en que pasaremos esta medida ", ha justificado el primer ministro, tras mostrarse " confiando" de pasar la medida con el respakdo de ·todos los partidos" de Westminster. Cameron aceptó al mismo tiempo que un ataque sobre Siria dará pie a un segundo debate en los Comunes.
La convocatoria del parlamento se ajusta a una estudiada coreografía. Por la mañana, el primer ministro resaltó en una cadena de televisión estadounidense que "Reino Unido no puede quedarse al margen" de la ofensiva aérea. Al mismo tiempo, en Inglaterra, el líder de la oposición, el laborista Ed Miliband, se declaraba "abierto a la posibilidad" de una operación contra EI en Irak, pero descartaba bombardeos sobre Siria sin la aprobación de todos los miembros del Consejo de la ONU, incluida Rusia.
La confirmación de los trámites parlamentarios, que suponen el primer paso práctico hacia la guerra contra los radicales islamistas, se ha anunciado poco después de una reunión en Nueva York entre Cameron y el nuevo presidente de Irak, Haidar al Abadi. La petición de ayuda iraquí fue el último eslabón diplomático en la serie de eventos paralelos a ambos lados del Atlántico.
Un voto favorable en los Comunes puede conducir al primer ataque británico este mismo fin de semana. Cameron parece tener el apoyo de la mayoría de la Cámara, aunque todavía hay voces críticas a la acción militar. Entre ellas, la diputada del Partido Verde, Caroline Lucas, aboga por una resolución política que ponga fin a la amenaza y expansión islamista porque, como ha señalado hoy, "no se puede bombardear una ideología".
