Dos meses después la catástrofe aérea del avión que cayó en Ucrania sigue sin arrojar pistas.
En una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU convocada a petición de Rusia, Vitali Churkin, embajador ruso ante las Naciones Unidas , subrayó que es esencial "garantizar un proceso de investigación independiente, exhaustiva, internacional y transparente".
Tras urgir a las partes enfrentadas en Ucrania a "respetar el alto al fuego", recalcó la importancia de que "el Secretario de Naciones Unidas evalúe la cuestión e informe al Consejo, y quizá habría que nombrar a un enviado especial para que informe al Secretario".
Churkin fue muy duro con el informe provisional de la investigación, al que calificó como "no muy informativo" al carecer de " datos concluyentes". También criticó "la falta de transparencia", pues "la investigación está siendo conducida por un pequeño grupo de países y, además, el proceso está durando bastante".
"No se dice nada en el informe", dijo, "sobre la presencia de cazas en la zona de la catástrofe, ni de los sistemas de defensa ucranianos, y no se han realizado investigaciones periciales complementarias en el lugar del siniestro, y tampoco entendemos que la comisión de expertos no haya regresado al lugar si está en vigor un alto al fuego".
Para Churkin, es también "imprescindible buscar los determinantes políticos", pues "después del accidente hubo declaraciones que responsabilizaron a los milicianos y a nuestro país, desencadenando así las sanciones contra Rusia" a pesar de que "somos el único país que de forma inmediata, nada más producirse el accidente, hizo públicos los datos de los que disponía".
Por último exhortó a aquellos países que dispongan de "imágenes de satélite tomadas en el momento de la catástrofe", para que las "publiquen". Rusia, concluyó, "está dispuesta a hablar con nuestros socios de forma constructiva y vamos a divulgar la lista de preguntas como documento oficial".
