El embargo agroalimentario con que Rusia respondió a las sanciones de Occidente abre cada vez nuevas oportunidades a proveedores de Bielorrusia, escribe este martes el diario Kommersant.
Además de reexportar al mercado ruso alimentos vetados que se hayan sometido a una profunda transformación, empresas bielorrusas dejarán de abonar posiblemente las tarifas por el espacio en las estanterías de grandes cadenas minoristas.
Prohibidos por la ley, esos pagos todavía se mantienen en la práctica y varían entre uno y veinticinco millones de rublos por ítem (de 27.000 a 675.250 dólares), más complementos por la apertura de nuevas tiendas. Muchas veces son camuflados como servicios de consultoría, publicidad o marketing.
La supresión de tarifas que empresas bielorrusas pagan por entrar en listas de proveedores se planteó a finales de agosto pasado, durante una visita a Minsk de representantes de las mayores cadenas del retail y del titular de Comercio y Servicios en el Gobierno de Moscú, Alexéi Nemeriuk, reveló a Kommersant una fuente familiarizada con el asunto.
Por su parte, Nemeriuk declaró estar al tanto de tales planes; y el portavoz de una gran cadena minorista confirmó que esa opción se está barajando pero "aún no se ha firmado ningún acuerdo".
Los proveedores bielorrusos de productos lácteos serán los principales beneficiarios, si se suprimen las tarifas de entrada a grandes superficies, opina Daria Snitko, subdirectora del centro de previsiones económicas de Gazprombank. El pasado año, Bielorrusia vendió a Rusia lácteos por más de dos mil millones de dólares, según Belstat. En algunos renglones, como requesón, a Rusia le corresponde más del 95% de las exportaciones bielorrusas.
