José Vargas Rincón, presidente de la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas (ACVOT), expresó a Nóvosti su “rechazo e indignación” por la muerte del reportero gráfico de Rossiya Segodnya Andréi Stenin.
“No se puede quitar la vida a ninguna persona por trabajar y, muchísimo menos, por una opinión política distinta”, subrayó Vargas.
La comunicación con el reportero, que cubría los acontecimientos en el este de Ucrania, se perdió el 5 de agosto pasado. Diversas fuentes informaban que podría haber sido detenido por las fuerzas de seguridad ucranianas, pero el Kiev oficial nunca lo confirmó.
Según el Comité de Investigación de Rusia, el reportero murió en un ataque del Ejército ucraniano lanzado contra un convoy de refugiados escoltado por milicias. El coche en que viajaba Stenin en misión de trabajo fue baleado y quemado en la carretera.
El presidente de ACVOT añadió que “todos estos actos no sirven otra cosa que para generar más conflicto y más odio”.
Carlos Puente Martín, experto español en países de Europa Central y del Este, apuntó que el asesinato de Stenin “es un atentado no solamente contra el periodista en sí, sino contra lo que es el conocimento de la verdad”.
A su vez, Mykolas Alutis, analista político español, dijo a esta agencia que la muerete del periodista ruso “demuestra una vez más el tipo de régimen que se ha implantado en Kiev”.
“Es un régimen que no tiene ningún tipo de principios y valores”, subrayó Alutis y agregó que “matar perdiodistas es como matar médicos”.
El barcelonés Rafael Berna, activista antifascista, dijo que el “Gobierno golpista de Kiev utiliza la fuerza y la violencia” con el objetivo de “frenar periodistas que puedan transmitir una imágen y una opinión totalmente diferente” a la postura de las autoridades ucranianas y sus aliados.
Asimismo, Berna criticó a los medios de comunicación occidentales por llevar a cabo “una campaña de mentiras” con el fin de “condicionar la opinión pública para buscar una postura crítica de los ciudadanos hacia la postura rusa en Ucrania”.
Ángel Guerra Cabrera, profesor y columnista mexicano, denunció que las autoridades ucranianas “no quieren que se sepan los crímenes que están cometiendo en el Este del país”.
Gabriel Infante Carrillo, periodista de la ciudad de México, se mostró convencido de que los periodistas rusos sufren persecuciones en Ucrania por “mostrar al mundo lo que realmente pasa” en el país eslavo.
“Kiev trata de tapar y de incubrir todos estos crímenes que se están cometiendo contra la población en el Este”, señaló el periodista mexicano.
Luisana Colomine, periodista venezolana, también lamentó la muerte de Stenin.
“Matar un periodista es como matar la verdad”, dijo Colomine y subrayó que Stenin pagó con su vida “documentar en foto todo el horror que se está viviendo en Ucrania”.
