Los dirigentes de la OTAN esperan que la cumbre del organismo convocada para septiembre en Gales apruebe la presencia a largo plazo de las fuerzas aliadas en Europa del Este.
Así declararon el secretario general del organismo, Anders Fogh Rasmussen, y el comandante supremo de la OTAN en Europa, Philip Breedlove, en un artículo que publica el diario The Wall Street Journal.
Los líderes de los países aliados se reunirán en Gales (Reino Unido) para aprobar un plan de acciones que "deberá incluir tres componentes clave", según revelaron Rasmussen y Breedlove.
En primer término, los aliados consideran importante garantizar el cumplimiento a largo plazo de las medidas dirigidas a proteger a los países de la OTAN. Se trata del reforzamiento del patrullaje aéreo, la entrada de buques en los mares Negro y Báltico y la intensificación de las maniobras en los países de Europa del Este.
"En segundo lugar, necesitamos que la OTAN permanezca en Europa del Este el tiempo que haga falta, se recolecten e intercambien datos de inteligencia, mejoren los planes de defensa y aumente el número de ejercicios de todo tipo", señala el artículo.
Y en tercer lugar, según destacan los dirigentes de la Alianza, el plan debe recoger medidas de reforzamiento de las fuerzas de reacción rápida de la OTAN, para poder desplegarlas lo más pronto posible al apuntar los primeros indicios de los problemas antes de estallar el conflicto.
Con anterioridad, el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú, declaró que EEUU y la OTAN intensificaron su actividad en Europa del Este cerca de las fronteras de Rusia.
A su vez, el jefe del Estado Mayor ruso, Valeri Guerásimov, denunció el creciente número de aviones y militares estadounidenses en los países bálticos y en Polonia, y de buques de la Alianza en el mar Negro.
