Los impagos de los consumidores brasileños crecieron un 4% en julio en comparación con junio, si bien aumentó un 11% respecto al mismo mes del año pasado, según un estudio publicado este martes.
Según dicho informe, publicado por Serasa, empresa que cuenta con uno de los mayores bancos de datos del mundo, el crecimiento en los primeros siete meses de 2014 fue del 0,6% en comparación con el mismo período de 2013.
En una nota de prensa que acompaña el estudio, los economistas de Serasa explican que el aumento de los impagos se debe a las "dificultades del escenario económico actual" en que los intereses son altos, la inflación, en términos anuales, está por encima del 6,5% marcado por el Gobierno como límite aceptable y además al "debilitamiento del mercado de trabajo".
Según concluye el estudio, el impago de deudas no bancarias (como las de que se contraen con tiendas en general, telefónicas o empresas abastecedoras de agua y energía eléctrica) creció un 6,1% con respecto al mes pasado.
Por otra parte, el impago a bancos se elevó un 0,3% con respecto al mes de junio.
Según concluye el informe, el valor medio de las deudas con los bancos bajó un 6,8% entre enero y julio en comparación con el mismo período del año anterior.
Entre enero y julio, los impagos no bancarios subieron un 14,1%, mientras que el uso de cheques sin fondos aumentó un 4,6% en comparación con el mismo período de 2013.
El impago de deudas contraídas tiene un peso muy grande en la economía de Brasil debido a que una gran parte del consumo interno se hace mediante compras a plazos.
