La prensa estatal china ha señalado la investigación a Zhou Yongkang, el antiguo jefe de seguridad del Estado, como la prueba definitiva del carácter categórico de la campaña anticorrupción del presidente Xi Jinping.
El Diario del Pueblo, portavoz del partido, aseguró que la caída del poderoso Zhou demuestra que no hay excepciones ni privilegios. “Nadie debe pensar que tiene posibilidades de escapar ni mantener la ilusión de que existe una caja de seguridad”, ha señalado hoy.
Zhou, quien fuera miembro del Comité Permanente del partido, es el mayor cargo investigado por corrupción desde que Mao fundara la República Popular en 1949.
La agencia de noticias de Xinhua publicaba esta mañana que la medida “claramente termina con el mito de mucha gente de que los líderes son inmunes a las regulaciones disciplinarias del partido y el poder de la ley del país”.
El diario ultranacionalista Global Times asegura que la investigación a Zhou “ha sido recibida con el aplauso de la gente pero sin sorpresa” por los numerosos casos de corrupción ya publicados que afectaban a sus familiares y socios.
“La opinión pública ya presumía que Zhou era el gran tigre detrás de la cortina”, continúa. Xi Jinping prometió cuando subió al poder que perseguiría tanto a “moscas” como a “tigres”, en referencia a bajos funcionarios y poderosos líderes.
El diario opina que la investigación ha cambiado la percepción popular sobre el alcance de la lucha anticorrupción y que ahora queda claro que nadie quedará a salvo independientemente de su cargo.
“Si alguien comete un crimen, es sólo una cuestión de tiempo que sea perseguido por la disciplina del partido y la ley”, sostiene. También pide que el proceso sea transparente porque “la opinión pública occidental tiende a manipular el progreso de la campaña anticorrupción”. Numerosos analistas occidentales aseguran que la purga de corruptos está motivada por guerras intestinas de poder.
