Los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) quemaron la iglesia del siglo III en Mosul, ciudad en el norte de Irak, informó hoy la cadena de televisión Al Arabiya.
Mosul, segunda en importancia ciudad de Irak y centro administrativo de la provincia de Nibneveh, fue ocupada hace un mes. Desde entonces los extremistas destruyeron allí varios monumentos religiosos, incluidos unos musulmanes.
Según Al Arabiya, fueron arrasados al menos cuatro complejos conmemorativos suníes y seis mezquitas chiíes. Activistas del grupo publicaron en internet unas fotos en las que se ve que edificaciones de culto religioso se destruían usando explosivos y allanadoras.
De un modo parecido procedió en su tiempo el Talibán, que proclamó ‘emirato islámico’ en Afganistán en 1998. Los talibanes dinamitaron en 2001 en la provincia de Bamiyan el famoso monumento de la cultura preislámica de los siglos III-V: dos esculturas gigantes de Buda labradas en una roca. Muchos países del mundo y la UNESCO emitieron entonces declaraciones condenando ese acto bárbaro.
Los cristianos de Mosul se vieron obligados a huir de la ciudad porque el grupo Estado Islámico gravó a todos los ‘infieles’ residentes en los territorios bajo su control con el impuesto mensual de 250 dólares. Según la Comisión de Derechos Humanos de Irán, es un dinero casi imposible de ganar en la situación económica que vive Irak.
El grupo Estado Islámico, que hasta hace poco combatió en Siria, en junio pasado atacó territorios del norte y el oeste de Irak. Se le unieron suníes iraquíes, exmilitares del ejército de Sadam Husein y grupos terroristas pequeños.
