El canciller ruso Serguéi Lavrov debatió hoy con la parte eslovena la cooperación energética expresando el convencimiento de que hace falta quitar todas las trabas que obstaculizan el proyecto South Stream.
“Estamos convencidos de que hace falta eliminar todas las trabas que frenan la ejecución de este proyecto y actuar de acuerdo con los convenios intergubernamentales concertados”, señaló.
Anteriormente, el canciller declaró que South Stream contribuirá a fortalecer la seguridad energética de Europa.
La Comisión Europea adoptó una posición rígida con respecto a los proyectos de infraestructura transfronteriza con participación de Rusia, indicando que no se corresponden con las normas del Tercer Paquete Energético de la UE.
La construcción de la tubería submarina South Stream empezó en la costa rusa del mar Negro en diciembre de 2012. El proyecto permitirá a Gazprom diversificar las rutas de sus exportaciones a Europa, en particular, reducir la dependencia del tránsito a través de Ucrania.
El primer suministro de gas a Europa está previsto para finales de 2015. La capacidad proyectada -63.000 millones de metros cúbicos– se alcanzará en 2018.
Para tender el tramo en tierra firme, Rusia firmó convenios intergubernamentales con Austria, Bulgaria, Hungría, Grecia, Serbia, Eslovenia y Croacia. Pero la Comisión Europea señaló que estos documentos violan la legislación de la UE, en particular el Tercer Paquete Energético.
Rusia calificó de discriminatorias esas normas y demandó su uso ante la Organización Mundial del Comercio.
