La ciudad brasileña de Belo Horizonte (estado de Minas Gerais) decretó el viernes tres días de luto y canceló todos los eventos relacionados con el Mundial durante esos días a raíz de la muerte de dos personas tras desplomarse un viaducto.
El área habilitada por la FIFA para que los aficionados se reúnan y puedan ver el encuentro, el Fan Fest, permaneció cerrada la noche del sábado en el que Brasil se enfrentó a Colombia por los cuartos de final del torneo. Así como otros puntos neurálgicos de la ciudad como el Savassi Cultural, la plaza JK, Conexão BH, Samba da Quadra, Mercado Central y la Casa de la Copa en los que estaban previstos diferentes eventos.
Por su parte, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, transmitió su "solidaridad con las familias de las víctimas" a través de un mensaje en la red social Twitter y puso a disposición del Gobierno municipal de Belo Horizonte los recursos que este precise.
Dos personas murieron y 22 resultaron heridas tras desplomarse el viaducto en construcción sobre una de las principales avenidas de Belo Horizonte en la tarde del jueves, según fuentes oficiales.
La caída de la estructura afectó a un microbús, dos camiones y un coche y causó la muerte de la conductora del vehículo colectivo, Hanna Cristina Santos, de 25 años, y la de Charlys Frederico M. do Nascimento, también de 25 años que ocupaba el coche y cuyo cuerpo solo fue recuperado por los bomberos durante la madrugada.
El derrumbe se produjo sobre las 15.30 hora local (18.30 GMT) y, según relataron algunos testigos el viaducto "se balanceó como una tela de araña" y se desplomó sobre la avenida Pedro I de la ciudad de Belo Horizonte que el próximo día 8 acoge uno de los partidos de las semifinales del Mundial.
Según testimonios de algunos viajeros del microbús, el accidente podría haber sido peor, ya que la mayoría de ellos temieron que la estructura impactase en su caída directamente contra el vehículo.
Finalmente el viaducto se desplomó solo sobre la parte delantera del microbús, alcanzando a la conductora y permitiendo que la mayoría de los viajeros salieran indemnes.
Entre los 22 heridos, cuatro de los cuales aún permanecen ingresados en el hospital, se encuentra la hija de la conductora fallecida, que tiene solo cinco años, y la cobradora del vehículo, cuñada de la víctima.
Las causas del desplome aún se desconocen, si bien el alcalde de la ciudad, Marcio Lacerda, dijo en declaraciones a los periodistas en el lugar del accidente que "aún es prematuro apurar responsabilidades" ya que no se conoce si hubo un "fallo en el proyecto o en su construcción".
La empresa constructora de la obra, Cowan, emitió un comunicado de prensa en el que "lamentó el accidente" y dijo que la "prioridad es dar apoyo a las víctimas y a los familiares".
La empresa envió a un equipo técnico para iniciar las investigaciones y conocer las causas del derrumbe.
El viaducto estaba en la fase final de su construcción y debería haber sido inaugurado antes del Mundial, sin embargo los retrasos llevaron a la empresa constructora a aplazar la inauguración hasta el final del presente mes de julio tras invertir el municipio 460 millones de reales (unos 207 millones de dólares).
El pasado mes de febrero el viaducto sufrió un pequeño desplazamiento de una parte de la infraestructura por lo que se temió que pudiera derrumbarse.
Sin embargo en aquella ocasión y tras una inspección el ayuntamiento de Belo Horizonte descartó que eso pudiera suceder y, tras una inspección y un corte temporal de tráfico por temor al desplome, se reiniciaron las obras.
Un segundo viaducto que también está siendo construido al lado del que se desplomó fue inspeccionado por el cuerpo de bomberos que verificó que esta segunda estructura también se vio afectada por la caída del primero.
Los bomberos están trabajando para apuntalar algunas partes de este segundo viaducto y de este modo evitar nuevos desplomes.
