Tony Blair, ex primer ministro británico y enviado de paz en Oriente Medio del Cuarteto (ONU, Unión Europea, Estados Unidos y Rusia), vuelve a estar en el ojo del huracán por sus “negocios paralelos”.
Según revela el diario The Guardian, Blair podría estar asesorando al presidente egipcio Abdel Fattah el-Sisi sobre sobre la “reforma económica”, usando un programa financiado por los Emiratos Árabes Unidos y a través de la consultora Strategy.
Un portavoz del ex líder laborista ha calificado las acusaciones de “absurdas”, pero Tony Blair no ha respondido personalmente y varios antiguos colaboradores le han criticado abiertamente por considerar que existe un “conflicto de intereses” entre su labor como diplomático y su faceta de asesor y empresario.
Desde que dejó el poder en el 2007, Blair ha hecho una fortuna de más de 70 millones de euros.
Sus intereses se despliegan por países tan dispares como Kazajistán, Kuwait, Qatar, Emiratos Arabes Unidos, China y Brasil.
Su empresa, Tony Blair Associates (TAB), emplea a 180 trabajadores y maneja más de 25 millones de euros al año.
Más de 4.000 personalidades públicas –entre ellos, varios ex embajadores- han pedido su destitución como enviado de paz del Cuarteto a la vista de escaso éxito y por un claro “conflicto de intereses”.
La campaña anti-Blair se ha reactivado tras el comunicado difundido por él mismo hace tres semanas, pidiendo una nueva intervención militar en Irak y exculpándose por la situación explosiva del país.
Las críticas han arreciado ahora por su supuesta vinculación como asesor económico con el Gobierno del general Sisi, que llegó al poder tras un golpe de Estado. Sobre él pesa también la sombra de los 2.500 manifestantes muertos y los 20.000 encarcelados en Egipto en el último año.
