Ahora que ha concluido la fase de grupos del Mundial de Brasil 2014, cada vez más obvio se hace el protagonismo en la competición de las selecciones del continente latinoamericano.
Entre las 16 selecciones que avanzaron a los octavos de final, la mayoría, siete, son de América Latina (de CONCACAF y CONMEBOL): Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, México y Uruguay.
De Europa, son seis: Alemania, Bélgica, Francia, Grecia, Países Bajos y Suiza. Además, hay dos de África: Argelia y Nigeria. Y por último, si bien no menos importante, está EEUU.
Con este cuadro, se hace posible una final de ensueño –al menos para unos 250 millones de habitantes de América del Sur– entre Brasil y Argentina, es decir un duelo entre Messi y Neymar, compañeros del Barça pero rivales en el Mundial.
Mientras, la selección de Rusia por primera vez en la historia quedó eliminada de la Copa sin anotarse siquiera una victoria en la fase de grupos.
Con dos empates y una derrota, no consiguió avanzar a los octavos, ni más aún a los cuartos, objetivo fijado en abril por el técnico del conjunto ruso, Fabio Capello, quien, pese a una ejecución poco satisfactoria de sus discípulos, dijo estar dispuesto a continuar trabajando en Rusia.
