Los viajes de turistas rusos a la Unión Europea se han desplomado este año un 25%. Las causas son tanto económicas como políticas, y van desde la caída del rublo respecto al euro hasta el temor a posibles sanciones de visado con las que amenaza Bruselas, comenta Novie Izvestia.
Se trata de la segunda vez en las últimas dos décadas que los viajes a destinos europeos registran una caída. La anterior se produjo en 2009, en plena crisis económica, y alcanzó el 15%.
Grecia, España, Bulgaria, Croacia y Francia son algunos de los países comunitarios que reciben menos turistas rusos este año, aunque la disminución de estos visitantes varía entre el 7% y el 25% según cada país.
Además de un rublo debilitado y a la amenaza de sanciones, la tendencia se debe también a otros factores, como la prohibición de pasar las vacaciones en el extranjero para los efectivos de las fuerzas de seguridad rusas, que hasta ahora habían viajado mucho a destinos turísticos europeos, indica el diario.
La caída de viajeros rusos se traducirá para la industria europea del turismo en una pérdida de ingresos. En particular, la patronal europea, ETOA, calcula que este año el sector turístico solo de Gran Bretaña dejará de ganar casi 50 millones de libras (unos 85 millones de dólares) debido a que no todos los rusos que quieran viajar a la isla podrán obtener el correspondiente visado.
“Los turistas rusos miran con recelo a Europa porque no tienen muy claro qué restricciones podrían afectarles allí”, explica Galina Dejtiar, catedrática de Gestión de Procesos Empresariales de la Academia de Economía y Empleo Público.
Según la experta, la mayoría siguen prefiriendo países que no exigen visados a los ciudadanos de Rusia.
Por otro lado, este año los turistas rusos también procuran evitar destinos como Tailandia, sacudida por la inestabilidad política.
“A diferencia de los años anteriores, los rusos ahora tienden a optar por lugares seguros”, resume la analista.
