Felipe VI prometió hoy a los españoles una monarquía renovada, más cercana a los ciudadanos, defendió la unidad y llamó a asegurar el progreso y la modernización de España.
En el primer discurso de su reinado el nuevo monarca español defendió la unidad de España, "que no la uniformidad”, e hizo un llamamiento a "seguir construyendo juntos la España renovada del futuro”.
En el proyecto de España "caben todos", aseguró el nuevo monarca que llamó a "seguir construyendo juntos la España renovada del futuro".
Poco antes, Felipe VI juró "respetar y hacer respetar" la Constitución de 1978, cuya revisión reclaman amplios sectores de la sociedad española, desde nacionalistas a republicanos.
El rey prometió ser un jefe de Estado “leal y dispuesto a escuchar, a comprender, a advertir y a aconsejar, y también a defender siempre los intereses generales”.
"La Corona debe acercarse a los ciudadanos", proclamó, y prometió a España "una monarquía renovada para un tiempo nuevo".
También aseveró que el monarca será "referente y servidor" de los principios morales y éticos.
"Hoy más que nunca los ciudadanos demandan que los principios morales y éticos inspiren y que la ejemplaridad presida nuestra actuación. Y el rey, a la cabeza dl Estado, tiene que ser no solo un referente sino también un servidor de esa justa y legitima exigencia de los ciudadanos", dijo.
En alusión a la crisis económica que atraviesa España, Felipe VI llamó a "asegurar el progreso y la modernización de España" para "ganar la batalla por la creación de empleo, que constituye hoy la principal preocupación de los españoles".
"Me siento orgulloso de los españoles y me gustaría que los españoles, por mi trabajo, se sintieran orgullosos de su rey”, indicó por último, tras recordar que, como dijo Cervantes, “no es un hombre más que otro si no hace más que otro”.
El monarca terminó su discurso agradeciendo a la nación en los cuatro idiomas españoles, el castellano, catalán, vasco y gallego.
Además de los 700 senadores y diputados, reunidos en sesión conjunta, asistieron a la proclamación de Felipe VI 150 invitados institucionales, entre ellos los máximos representantes de todos los poderes del Estado y los presidentes de las diecisiete autonomías y las ciudades autónomas españolas de Ceuta y Melilla.
La coronación de Felipe VI comenzó de hecho a medianoche, con la entrada en vigor de la ley de abdicación de su padre, el rey Juan Carlos I.
Esta mañana, Juan Carlos I impuso a su hijo el fajín de capitan general, acto que convirtió al nuevo monarca en comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de España.
Fue allí, en ese acto en la sala de audiencias del Palacio Real, donde por primera vez se pudo ver el escudo real del nuevo monarca.
