El rey de España deja el cargo con el aplauso de instituciones y partidos parlamentarios. Pero la monarquía no es la de hace 20 años. Las encuestas la sitúan en el punto más bajo de su popularidad. Para Jaime Peñafiel está claro que España tiene “una monarquía sin monárquicos, lo que hay es ‘juancarlistas’ [partidarios del actual rey], con los peligros que ello conlleva”. La abdicación se ha producido en un punto crítico de la historia de España: “No era el más adecuado, porque el país tiene muchos problemas políticos y además familiares del rey se pueden sentar en breve en el banquillo”, dice en referencia a los juicios que tiene pendiente uno de los yernos del monarca.
Como buen conocedor de las casas reales, sabe que las épocas tranquilas lo son sólo en apariencia. Felipe de Borbón hereda “una monarquía bajo mínimos”, minada por los casos de corrupción que cercan al matrimonio de su hermana, casada con el ex jugador de balonmano Iñaki Urdangarin.
La Casa Real es una institución que ha sufrido el desgaste igual que la corona en el Reino Unido, pero “en el caso español la monarquía fue reinstaurada en 1975”. Juan Carlos I se ganó el trono por su gran papel como interlocutor entre los partidos durante la recuperación de la democracia. Felipe VI hereda la jefatura del Estado, “pero no los méritos de su padre”. Por eso muchos españoles “se quedan ahora huérfanos” ante un príncipe que ha salido “más a su madre que a su padre” y que “no sabemos cómo va a aterrizar”.
Tal vez Peñafiel fue en algún momento alguien deslumbrado por la corona. Pero hoy trata de ser realista antes que agradable. Nacido en Granada el 13 de junio de 1932, cubrió la guerra de Vietnam. Trabajó para la revista ‘¡Hola!’, convertida hoy en día en una marca global. Allí llegó a ser redactor jefe, pero ha sido como periodista independiente cuando ha afilado más su pluma.
Siempre se mostró crítico con la boda entre el heredero al trono español Felipe de Borbón y la periodista Letizia Ortiz. Al preguntarle sobre qué tipo de reina será ella, salta como un resorte: “No va a reinar, ella es consorte y nada más, mucha gente habla de ‘los monarcas’, pero en realidad rey sólo hay uno”, se revuelve Peñafiel. Aunque sus puntos de vista sean afilados, en algunos ámbitos entroncan con algunas opiniones generalizadas, como la que coloca altísimo el listón dejado la reina Sofía, “por su profesionalidad, y es que es hija de reyes reinantes, por ser una mujer que se acuesta como reina y se levanta como reina”. Ella lo es las 24 horas del día. Letizia, según Peñafiel, quiere ser reina “de nueve a dos, y eso no puede ser”, sostiene el autor de 'Los tacones de Letizia', que contrapone la personalidad de la periodista española a la de su antecesora griega, que ha llevado “sus penas y sus problemas con una extraordinaria discreción”.
Peñafiel no cree que haya sido especialmente duro con la futura reina de España: “Simplemente soy un periodista crítico, hay compañeros que son muy cortesanos y a mi me parece muy bien que una mujer tenga carácter, pero en el caso de Letizia Ortiz debe saber que es reina consorte, nada más”.
Sobre la mesa queda la vieja discusión sobre si procede que los miembros de la Familia Real se casen con personas que no pertenecen a la nobleza: “Lo que no está bien es casarse con quien no se debe”, zanja Peñafiel, que puede presumir de no haberse equivocado al pronunciarse en contra de los matrimonios de las hermanas del futuro rey: una está divorciada (Elena) y la otra (Cristina) envuelta en los escándalos económicos de su marido.
En el caso del heredero, Felipe VI, también fue crítico sobre el enlace: "El tiempo dirá". Una cosa tiene clara: “No pienso ser felipista a mi edad, ya no tengo ganas”.
