La guerra civil en Siria podría prolongarse por una década y probablemente no acabe mientras el reelegido presidente Bashar Asad esté en el poder, considera el jefe del Estado Mayor israelí, Benny Gantz.
“Mientras Asad esté en el poder, no veremos una solución eficaz (del conflicto), porque todos luchan contra él y no por el futuro del país”, dijo Gantz.
Agregó que, probablemente, al mundo le espera “una década de violencia” en Siria.
Según el militar, en el país árabe se desarrollan a la vez dos problemas.
“Irán apoya generosamente a Hizbulá y a Siria” y por otro lado, “crece el peso y la influencia de la yihad global”.
A los yihadistas que combaten contra las fuerzas de Asad calificó de “enemigo descentralizado” cuyas fuerzas están esparcidas por todo el mundo y amenazan con desestabilizar la situación en varios países.
“Rusia también debería preocuparse por eso”, concluyó Gantz.
