La práctica totalidad de los colectivos sociales y grupos políticos de izquierda se han pronunciado a favor de la celebración de un referéndum para que sea la sociedad española, y no los dos partidos mayoritarios, los que decidan sobre el modelo de Estado.
El coportavoz del ecosocialista EQUO, Juan López de Uralde, ha insistido en que “esta abdicación remueve cimientos de un modelo que ya no nos representa, no se entiende cómo en una democracia del siglo XXI el Jefe del Estado siga dependiendo de factores hereditarios y no de la voluntad ciudadana”.
“Es urgente hacer cambios profundos”, ha sentenciado.
EQUO también ha defendido que éste es el momento “de dar voz a la ciudadanía para que ésta decida sobre el modelo de Estado” porque, según el partido, esta renuncia “no debe saldarse con una simple sucesión sino por una salida democrática con la puesta en marcha de un proceso Constituyente en el que se incluya un referéndum que permita elegir entre Monarquía o República”.
El coordinador federal de Izquierda Unida, Cayo Lara, que ha asistido a la manifestación del lunes a favor de un referéndum, ha reivindicado su convocatoria en una rueda de prensa, presidida por la bandera republicana.
“Tiene que ser el pueblo el que decida si quiere Monarquía o República” o “Monarquía o Democracia”, como él mismo denominó.
Ha asegurado que la soberanía “es del pueblo y no del rey” y que él siempre había soñado “con ver instaurada la República”.
Mientras tanto, uno de los líderes de Podemos, Pablo Iglesias, destacó que la abdicación se producía en estos momentos porque los últimos resultados electorales “significaron una putrefacción del régimen político de la transición, del bipartidismo, y que se abría un nuevo proceso político”.
“Dentro de un año y medio, en las elecciones generales, quizás el PP y el PSOE no tengan la mayoría de dos tercios para aprobar la sucesión”, ha asegurado.
Además, Iglesias ha pedido a los socialistas “que no traicionen a sus votantes ni a la ciudadanía y apoyen el referéndum, porque la decisión estará en sus manos”.
El eurodiputado, que en el momento de la abdicación ya se encontraba en Bruselas, ha insistido en que “si el gobierno entiende que Felipe de Borbón tiene la confianza de todos los ciudadanos, y la confianza en democracia implica votar, entonces que convoque unas elecciones”.
Ha asegurado que “es el momento de devolver la palabra al pueblo, el gobierno tiene la obligación democrática de convocar un referéndum”.
Mientras partidos a la izquierda del PSOE comenzaban a unir fuerzas para pedir la consulta, el partido socialista se dividía (un poco más).
El secretario general de la federación de los socialistas en el País Vasco, PSE, Patxi López, asegura que “es republicano y el PSOE también” pero “se comprometieron a aceptar la monarquía durante la transición”.
Sin embargo, los socialistas reconocen que su posición tras la abdicación les perjudica ante quienes dicen que son lo mismo que el PP.
Entretanto, la corriente interna del partido, Izquierda Socialista y su rama juvenil, Juventudes Socialistas, han recordado la “tradición histórica republicana del PSOE” y han pedido la consulta popular.
