La generación que "reclama el papel protagonista" en España exige referendum

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El debate República o Monarquía siempre ha estado presente pero desde los últimos escándalos en la Casa Real y debido a la crisis que vive España, las voces que claman por un referéndum que permita a la población decidir son cada vez mayores.

De hecho, lo que ya está en cuestión en España es la legalidad del actual modelo democrático, fruto de un pacto sellado en 1978 por las fuerzas políticas para cerrar 39 años de dictadura franquista con la votación en referéndum de una constitución que llevaba incluida la monarquía y sin alternativa alguna posible.

Como resultado, el debate de República o Monarquía siempre ha estado presente a nivel de discusiones callejeras. A partir de los últimos escándalos en la Casa Real y debido a la crisis que vive España, y los privilegios con los que cuenta esta institución, las voces que claman por un referéndum que permita a la población decidir son cada vez mayores.

El único acto democrático que ha permitido a los españoles decidir algo relacionado con el Modelo de Estado se sitúa en 1978, cuando los mayores de edad de la época podían votar con un Sí o un No a la pregunta «¿Aprueba el Proyecto de Constitución?».

En esa cuestión estaba implícita la monarquía democrática parlamentaria como forma de gobierno, pero ¿quién ha votado esa Constitución?, ¿Quién ha votado ese modelo de Estado?

La abdicación del Rey Juan Carlos I “remueve cimientos de un modelo que ya no nos representa, no se entiende cómo en una democracia del siglo XXI el Jefe del Estado siga dependiendo de factores hereditarios y no de la voluntad ciudadana”, dice el coportavoz del ecosocialista EQUO, Juan López de Uralde.

Tan sólo el 26% de la población española actual fue llamada a las urnas en el referéndum de 1978 o lo que es lo mismo, el 40% de los ciudadanos que tienen derecho a voto actualmente.

"Una nueva generación reclama con justa causa el papel protagonista, el mismo que correspondió en una coyuntura crucial de nuestra historia a la generación a la que yo pertenezco", así justificó la víspera su abdicación el monarca español en su mensaje a la nación.

La generación del futuro rey, Felipe de Borbón, a cuyo reclamo de protagonismo apeló Juan Carlos I como causa de su abdicación, no votó en aquel referéndum.

Las calles claman democracia porque el 60% de los que tienen derecho a voto, no ha podido elegir el modelo de Estado de su país. Según un sondeo del Instituto de Investigación Social Sondea, el 85,3% de la población cree que la familia real está implicada en casos de corrupción. ¿Cómo van los ciudadanos a confiar en una institución que creen que es corrupta?

El informe de 2013 del Centro de Investigaciones Sociológicas, CIS, recoge que esta desafección viene desde 1996 y en progresión hasta la actualidad.

En estos años habrían abandonado la confianza en la monarquía en cascada desde la extrema izquierda hasta centro ideológico.
La caída de apoyo es especialmente significativa en los jóvenes menores de 45 años.

La generación de Felipe de Borbón son precisamente los que empezaron a desconfiar antes y los que menos confianza manifiestan en la actualidad, aunque en 2013, según el CIS, ya no confía ningún grupo de edad en esta institución.

La clave de este hito histórico para España parece ser, una vez más, el miedo. El miedo a que la población decida, el miedo a saber lo que realmente piensan los españoles.

“Si el gobierno entiende que Felipe de Borbón tiene la confianza de todos los ciudadanos, y la confianza en democracia implica votar, entonces que convoque unas elecciones. Es el momento de devolver la palabra al pueblo, el gobierno tiene la obligación democrática de convocar un referéndum”, asegura uno de los líderes del proyecto político Podemos, Pablo Iglesias.

Sin duda, convocar un referéndum es el primer paso para democratizar la jefatura del Estado, pero no el último.

Este proceso no debería realizarse cada 36 años (con suerte), una verdadera democracia lo haría cada cuatro años.

Son muchos los que ayer gritaban en la céntrica Puerta del Sol de Madrid, “¡mis abuelos han votado! ¿por qué yo no puedo decidir?”.

Y es que hay que recordar que en España viene una generación pisando muy fuerte desde aquel 15 de mayo de 2011, una generación que quiere romper con el régimen político de 1978, una generación que, al igual que el futuro rey, no ha decidido el sistema que ahora sostiene.

Una generación que grita algo tan sencillo como ¡democracia real!

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