Es poco probable que la situación en Abjasia, donde la oposición exige la dimisión del presidente y reformas políticas, degenere en enfrentamientos armados, afirman politólogos rusos preguntados por esta agencia.
En la noche del martes pasado, miles de personas se congregaron en el centro de Sujumi, capital de la república, exigiendo el inicio de reformas políticas. Tomaron por la fuerza la sede de la Administración de Abjasia y anunciaron que asumen la dirección provisional.
El Parlamento aprobó el jueves una moción de censura contra el primer ministro y propuso al presidente de la república renunciar a su cargo voluntariamente.
El catedrático y doctor en ciencias políticas, Aleksandr Mijailenko, dijo estar casi seguro de que “los políticos abjasios encontrarán una solución negociada del conflicto y que no habrá enfrentamientos armados”.
Al mismo tiempo indicó que no se debe subestimar las proporciones del descontento popular, recordando que en el mitin de la oposición participaron unas 10.000 personas, lo que es mucho para un país tan pequeño como Abjasia.
El politólogo Serguéi Mijéev también opina que la crisis no adquirirá características extremas. “Existen dos condiciones de supervivencia para Abjasia: relaciones sólidas con Rusia y la estabilidad interna”, dijo el experto señalando que tanto los opositores como las actuales autoridades de la república deben ser conscientes de ello.
A su juicio, las consignas que esgrime la oposición no son más que un encubrimiento de la lucha por el poder, “por tener acceso a la ayuda que llega de Rusia”.
Moscú invirtió en la economía republicana 300 millones de dólares de 2009 a 2013 y planea asignar otros 85 millones de 2014 a 2015, según informó anteriormente el primer ministro de Abjasia.
También existe el problema de los georgianos étnicos residentes en la república. La sociedad abjasia no es homogénea por su composición. Hay problemas pendientes de solución, agregó Mijailenko.
