Más de un millar de personas, incluidos el canciller federal de Austria, Werner Faymann, embajadores y agregados militares de decenas de países, participaron hoy en la ceremonia de conmemoración de las víctimas del ex campo de concentración de Mauthausen, en el norte de Austria.
Según datos del museo local, de 1938 a 1945, en el grupo de campos de concentración Mauthausen – Gusen, que incluía cerca de 40 subcampos, murieron unos 91.000 prisioneros de guerra y civiles de 70 países, incluidos 15.663 soviéticos.
Todos los años, el segundo domingo de mayo a Mauthausen llegan ex prisioneros, cuyo número disminuye sin cesar, así como delegaciones oficiales, religiosas y de organizaciones juveniles para participar en la ceremonia fúnebre.
“Hablaremos hoy de la dignidad humana pisoteada y conservada a pesar de todo en dificilísimas condiciones”, dijo el presidente del Comité Asuríaco Mauthausen, Willi Mernyi.
La delegación rusa estuvo encabezada por el embajador de Rusia en Austria, Serguéi Necháev. Pudo asistir también el ex prisionero ruso Vasili Kononeko, que llega a Mauthausen todos los años.
Durante dos horas, bajo una lluvia incesante, las delegaciones estuvieron depositando ofrendas florales al pie de numerosos monumentos erigidos en el parque conmemorativo y luego se dirigieron hacia el conjunto conmemorativo central de Mauthausen, que tiene la forma de un sarcófago y se encuentra enfrente del horno crematorio.
También se celebraron oficios divinos en diferentes lenguas y se cantaron canciones de guerra.
