El Ministerio ruso de Asuntos Exteriores calificó hoy de “desalentadora” la primera reacción del nuevo Gobierno en Kiev a la hoja de ruta que el dirigente de Suiza y presidente de turno de la OSCE, Didier Burkhalter, propuso para resolver la crisis en Ucrania.
“La primera reacción del Kiev oficial, a diferencia de comentarios por lo general positivos que llegan desde capitales europeas, es lamentablemente desalentadora”, señala una nota publicada en la web de la cancillería.
Exteriores señala que el actual Gobierno en Kiev “da a entender que desaprueba los contactos entre la OSCE y Rusia y que tiene su propia hoja de ruta”.
“Y lo más alarmante es que la cúpula del Consejo de Seguridad Nacional de Ucrania afirma categóricamente que la llamada operación antiterrorista en el sureste va a continuar pase lo que pase”, destaca el documento.
Semejante postura, a juicio de Moscú, se contradice abiertamente con la Declaración de Ginebra del pasado 17 de abril cuya principal exigencia es cesar el uso de la fuerza.
“La renuencia a escuchar a la comunidad internacional amenaza con abortar las gestiones del presidente de la OSCE, pues aquellos que protestan en el sureste de Ucrania difícilmente aceptarán colaborar con un régimen que los ha declarado terroristas y que usa el Ejército contra ellos”, advierte la cancillería.
En lo concerniente a la hoja de ruta en sí, Exteriores califica de “importante” la propuesta de implicar a la misión de observación de la OSCE en la tarea de liberar a presos políticos y declarar una amnistía para participantes de protestas, así como acordar la secuencia de pasos que las partes en Ucrania deben dar para desarmar a los grupos ilegales.
Las propuestas de Burkhalter, según Moscú, contienen “ideas equilibradas” acerca de cómo organizar el diálogo sobre la reforma constitucional entre el Gobierno en Kiev, otras fuerzas políticas y las regiones de Ucrania con la mediación de la OSCE y con el apoyo de Rusia, la UE y EEUU.
La prioridad número uno para la OSCE, en opinión de Exteriores, debe ser el cese de la violencia, “ante todo, impedir el uso del Ejército y lograr el desarme de grupos extremistas tipo Pravy Sektor”.
Rusia está dispuesta a recorrer su parte del camino en busca de soluciones de compromiso, pero también los socios occidentales han de cumplir las obligaciones y asegurar que Kiev se ponga a negociar con los oponentes para resolver esta crisis de una manera satisfactoria para todas las partes de Ucrania, señaló Exteriores.
