La acción que emprendió Kiev para sofocar la rebelión en el sureste de Ucrania muestra que el descontento de la población rusófona es real y no inspirada por Moscú, señaló el profesor de Política Internacional en la argentina UNVM, Marcelo Montes.
“Esto revela que el descontento y el rechazo de la población civil rusófona existía en realidad, tenía una dimensión significativa y de ninguna manera era una conspiración de Moscú”, subrayó el experto.
Indicó que “la situación económica frustrante, el vacío político-partidario que dejó a la zona, la propia huida de Yanukóvich y las medidas unitarias absurdas tomadas por el gobierno de Kiev, condujeron a esta situación calamitosa que pone al país al borde de la guerra civil”.
Insistió en que la principal responsabilidad en la paliación de la crisis le incumbe a la propia élite ucraniana y no a las grandes potencias, incluida Rusia.
“Rusia, ya cercada por la OTAN en los Estados bálticos, mantiene una actitud prudente y expectante aunque dejando abierto el canal diplomático, no desea que la situación en el vecino país se descontrole”, agregó.