El presidente ruso Vladímir Putin cuestionó hoy el impacto de posibles sanciones económicas sobre la industria rusa de hidrocarburos.
“Las naciones europeas cubren del 34% al 35% de su balanza gasista con suministros de Rusia. ¿Pueden dejar de comprar el gas ruso? Creo que no”, declaró Putin al responder en una conferencia online a las preguntas de sus conciudadanos.
Algunos países de Europa, recordó el presidente, importan de Rusia del 60% al 70% del gas que necesitan, y en el caso de Finlandia se trata de un 90%.
Renunciar del todo a la importación del gas ruso, a juicio de Putin, es “absolutamente irreal”. “Solo en detrimento propio, con desangramiento, pero me cuesta imaginarlo”, dijo.
La única nación capaz de vulnerar la posición de Rusia en el mercado petrolero, según el presidente, es Arabia Saudí.
“Tiene recursos reales para incrementar la producción y bajar así los precios en los mercados internacionales”, admitió.
Al mismo tiempo, indicó que los saudíes construyen su presupuesto a partir de un precio de 85 a 90 dólares por barril del crudo, y Rusia a partir de 90 dólares.
“Si se ponen por debajo de 85, ellos mismos van a perder y tendrán problemas”, advirtió.
En cuanto al recorte de los precios de 90 a 85 dólares por barril, Putin está convencido de que “no es crítico” para Rusia.
El líder ruso destacó también que Moscú mantiene “muy buenas relaciones” con Riad, aunque discrepan sobre el problema de Siria, y dijo que profesa “enorme respeto” al rey saudí, al que calificó de “persona inteligente y moderada”.
“No creo que nuestros amigos saudíes hagan cambios radicales en detrimento propio y de la economía rusa”, dijo.
Recordó asimismo que Rusia cuenta con “numerosos partidarios en la OPEP”. “Y no es que simpaticen con nosotros, también tienen sus intereses económicos”, añadió.
A causa de la adhesión de Crimea a la Federación Rusa, EEUU y la UE congelaron los activos de varios ciudadanos rusos y prohibieron su entrada en los respectivos territorios.
Los Veintiocho estudian la imposición de sanciones económicas, pero no han aprobado hasta ahora ninguna decisión al respecto. El G7 amenazó con sanciones contra varios sectores de la economía rusa si continúa la escalada de la crisis en torno a Ucrania.
El Ministerio de Exteriores ruso declaró en varias ocasiones que es inadmisible y contraproducente utilizar el lenguaje de las sanciones con Moscú.
