Un avión Airbus A319 de la aerolínea Air France KLM evitó por poco colisionar en el cielo de Moscú con un bombardero estratégico ruso Tu-95, informó hoy Izvestia.
El incidente, que se produjo el pasado 14 de marzo, fue denunciado por la compañía franco-holandesa ante la Agencia Federal Rusa de Transporte Aéreo, Rosaviatsia, según reveló al diario una fuente del organismo.
El piloto de la aeronave comercial, que acababa de despegar de Moscú con destino a París, afirmó que la distancia entre los dos aparatos fue de unos 100 metros, tres veces menor que la mínima recomendada (305 m). La tripulación del Airbus incluso pudo oír el ruido de los motores del bombardero ruso, el avión de hélice más rápido del mundo.
Ígor Moiséenko, director de la Corporación Estatal rusa para la Organización del Tráfico Aéreo, confirmó a Izvestia que los hechos denunciados tuvieron lugar y se están investigando. “Una vez que concluya la investigación, se darán a conocer oficialmente las causas y los responsables de lo ocurrido”, indicó el funcionario.
Según Izvestia, el mismo día del incidente finalizaba el traslado de varios aviones militares rusos a la base bielorrusa de Bobruisk. Las aeronaves fueron destinados al país vecino para una misión de protección del espacio aéreo común.
El excomandante de la Fuerza Aérea rusa, Piotr Deinekin, supuso en declaraciones al periódico que el Tu-95 se dirigía probablemente a la base de Kipelovo, a 60 kilómetros de Vólogda (norte de Rusia).
El rotativo recuerda que Air France KLM tuvo recientemente otro incidente en Rusia. A finales de marzo, unas maniobras de la Fuerza Aérea rusa obligaron a la aerolínea a cambiar el itinerario de su avión que cubría la ruta Shanghai-París con 495 personas a bordo.
