El Departamento de Comercio de EEUU suspendió la concesión de licencias para exportar productos de doble uso a Rusia. No obstante, las grandes empresas rusas apenas se verán afectadas, escribe hoy Vedomosti.
Maxim Shepoválenko, experto en materia de control de las exportaciones, explica que en EEUU el término ‘de doble uso’ puede referirse también al material y las tecnologías estadounidenses para destruir armas químicas o inutilizar reactores nucleares de submarinos en el marco del programa Nunn-Lugar. En un principio, estos productos fueron eximidos de licencias de exportación, pero tras la revisión del programa en verano de 2013 la obligación de contar con una autorización se recuperó parcialmente, aclara.
Otro ejemplo son los motores fabricados por Pratt & Wittney PW206 para el Kazan Ansat, un helicóptero ligero polivalente que la Fuerza Aérea rusa compra para sus escuelas de aviación. Un portavoz de la corporación Helicópteros de Rusia aseguró a Vedomosti que las entregas de motores marchan conforme al plan previsto y que no ha habido restricción alguna a la cooperación por parte de los estadounidenses. Según una fuente cercana a la dirección del Ministerio ruso de Industria y Comercio, la licencia para exportar esos motores se había concedido antes de que EEUU adoptara la medida restrictiva.
La corporación nuclear rusa Rosatom era, junto con Defensa de Rusia, el destinatario de productos de doble uso exportados en el marco del programa Nunn-Lugar. Según su portavoz Serguéi Nóvikov, la decisión del Departamento de Comercio norteamericano no ha repercutido en las actividades de Rosatom.
Andréi Zvérev, director general del grupo Roselectronica (pertenece a la corporación Rostejnologuii), dice que como fabricante de componentes electrónicos, en particular de uso militar, su empresa no teme a las sanciones de EEUU. “Hace mucho que nuestro sector afronta sanciones no anunciadas, y estábamos más que preparados para ello, por lo que seguiremos cumpliendo con todos los objetivos que nos plantee el Gobierno”, afirma.
Según Konstantín Makienko, del Centro de Análisis de Estrategias y Tecnologías, son los países europeos, y últimamente también los asiáticos, que son el principal origen de tecnologías de doble uso para la industria rusa. Por ahora, el Reino Unido es el único de estos países que ha seguido el ejemplo de EEUU, constata el experto.
