Moscú espera que la labor objetiva e imparcial de los observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) en Ucrania ayude a superar la crisis en el país y ponga freno al “bandidismo nacionalista”, dice un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.
La víspera se supo que los miembros de la OSCE acordaron el envío de una misión de observación a Ucrania que inicialmente estará compuesta por un centenar de personas.
Rusia confía en que esta misión contribuya, entre otras cosas, a “erradicar las tendencias ultrarradicales, lograr un acuerdo nacional”, y respetar los derechos de los habitantes de todas las regiones de Ucrania.
Al mismo tiempo, en la cancillería rusa precisaron que “el mandato de la misión (de la OSCE) refleja una realidad jurídico-política diferente y no se extiende a Crimea y Sebastopol, que ahora son parte de Rusia”.