La renuncia de EEUU a la cooperación militar con Rusia no intimida a Moscú ni hará cambiar su postura frente a Ucrania, comenta hoy el periódico Nezavisimaya Gazeta.
Washington ha decidido suspender la cooperación militar con Rusia por su actuación en la crisis de Ucrania. Moscú se niega a reconocer el Gobierno de Kiev y apoya a las nuevas autoridades de Crimea.
Rusia ni siquiera oculta la actividad de su Flota del mar Negro en Crimea. El embajador ruso ante la ONU, Vitali Churkin, contestó de la siguiente manera a los reproches de los diplomáticos extranjeros:
"En virtud del acuerdo sobre la Flota del mar Negro podemos mantener allí 25.000 efectivos que actuarán como lo consideren oportuno para proteger sus instalaciones".
El jefe de la comisión de Seguridad Nacional de la Cámara Pública rusa, Alexandr Kanshin, señaló que la renuncia a la cooperación militar con Rusia afectará ante todo a los propios estadounidenses.
"Hace un mes Rusia y EEUU firmaron un plan de cooperación militar que incluye unas 70 actividades como ejercicios antiterroristas y antipiratería", indicó.
Dijo que el Pentágono necesita colaborar con Rusia para garantizar la seguridad en el Ártico, en Afganistán y en Siria. "Pero ahora ya no recibirán ayuda de Rusia. ¿Quién ha salido ganando?", preguntó.
El experto descarta que las fuerzas armadas de EEUU y la OTAN intervengan en Ucrania en un futuro próximo.
"En el sur y el este de Ucrania predominan los ánimos prorrusos y allá no necesitan ayuda militar estadounidense. Si el Pentágono y la OTAN se entremeten, se encontrarán en una situación desfavorable y lo entienden", apuntó.
Recientemente el jefe del Pentágono, Chuck Hagel, declaró que Washington apuesta por la vía diplomática para resolver las diferencias con Moscú sobre el conflicto en Ucrania.
