El jefe de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, declaró que la entrada de Escocia en la UE sería “extremadamente difícil si no imposible”.
“Creo que sería extremadamente difícil si no imposible que un nuevo miembro procedente de uno de nuestros países consiguiera el consentimiento de los demás”, dijo en una entrevista a la cadena BBC.
Previamente, el ministro de Finanzas británico, George Osborne, advirtió de que, en caso de salir del Reino Unido, Escocia se quedaría sin la libra esterlina.
El Gobierno escocés declaró en reiteradas ocasiones su intención de conservar la divisa británica subrayando que, en el caso contrario, las autoridades del Reino Unido deberán saldar todas las deudas.
El referéndum sobre la independencia de Escocia está previsto para el próximo 18 de septiembre. Si la mayoría de los escoceses aprueba esta medida, su región abandonará el Reino Unido el 24 de marzo de 2016.