El noruego Anders Breivik, sentenciado a 21 años de prisión por la matanza de 78 personas en 2011, amenazó con declarar una huelga de hambre exigiendo un cambio de sus condiciones carcelarias, en particular, mejores videojuegos.
Un pliego de 12 demandas al que ha tenido acceso AFP incluye mayor libertad para comunicarse con el mundo exterior, un ordenador personal y el reemplazo de la consola PlayStation 2 por el modelo Playstation 3, “con acceso a más juegos adultos para escoger por cuenta propia”.
Breivik define como “tortura” las condiciones de la cárcel de máxima seguridad Skien en el sureste de Noruega, donde cumple la sentencia, y está dispuesto a protagonizar una huelga de hambre hasta que el Ministerio de Justicia y el servicio penitenciario dejen de tratarle “peor que a un animal”.
Es el primer acusado en la historia reciente de Noruega condenado a la pena máxima, de 21 años, que en realidad equivale a cadena perpetua porque será prorrogable por períodos de cinco años.
El 22 de julio de 2011, Breivik explotó una bomba en el barrio gubernamental de Oslo matando a ocho personas. Poco después, asesinó a sangre fría a 69 personas en un campamento juvenil en la isla de Utoya.
