Al menos nueve personas, entre ellas seis policías, murieron este domingo en brutales ataques de milicias en dos localidades del noreste de Irak, informaron medios internacionales.
Uno de los incidentes se produjo en el municipio de Tuz Khurmatu, en la gobernación de Saladino, donde los islamistas obligaron a rezar a seis agentes del orden para comprobar si eran suníes o chiíes, y después los asesinaron a tiros.
En Baiji, a 200 kilómetros al norte de Bagdad, los extremistas decapitaron a un miembro de la milicia suní progubernamental Sahwa, su hijo y su sobrino, secuestrados el pasado jueves cerca de Tikrit.
Irak vive últimamente una escalada de la violencia sectaria originada por el conflicto entre suníes y chiíes y que causó más de un millar de muertos solo el pasado mes de enero. En los tiempos de Sadam Husein fueron los suníes quienes dominaron el Gobierno iraquí, pero tras la invasión de EEUU y la caída del régimen anterior, los chiíes pasaron a controlar varios cargos clave, incluido el de primer ministro.
La tensión entre la cúpula chií y la minoría suní roza su máximo nivel desde la retirada de las tropas estadounidenses en diciembre de 2011, y el conflicto en Siria también mina el frágil equilibrio entre las comunidades musulmanas en Irak.
