La primavera árabe somete a duras pruebas la paz interconfesional afectando el cristianismo y haciendo necesario un diálogo entre las religiones, declaró el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, al encontrarse con el patriarca de Antioquía Juan X.
“La cooperación tradicional, las relaciones fraternales y amistosas ahora son necesarias más que nunca porque después de la llamada primavera árabe que provocó graves perturbaciones en la región y afectó a los cristianos que llevan 2.000 años viviendo en paz y harmonía con otras confesiones”, dijo Lavrov.
El ministro añadió que es muy importante establecer un diálogo puesto que “la amistad entre los ortodoxos y otros cristianos, los musulmanes y los representantes de otras confesiones está sometida a duras pruebas” y es necesario “impedir que los acontecimientos se desarrollen de acuerdo con el peor guion”.
Lavrov anunció que Rusia hace todos los esfuerzos posibles para conseguir la liberación del hermano del patriarca secuestrado por los rebeldes en abril pasado.
“Lamentamos profundamente que los problemas de los cristianos sirios también le afectan a Usted. Su hermano está capturado y hacemos los máximos esfuerzos al contactar con todos nuestros interlocutores para encontrarle junto con otro metropolita y conseguir su liberación”, recalcó el ministro.
Por su parte, el patriarca aseguró que los cristianos sirios no piensan abandonar su patria.
“Pese a todas las dificultades y condiciones difíciles, en nombre de nuestros fieles confirmamos nuestra intención de conservar las raíces y el legado que tenemos, y permanecer en la patria de nuestros antepasados conservando sus tradiciones”, dijo Juan X.
