Casi la mitad de los rusos ocupados, el 49%, no tuvieron fiesta de empresa las pasadas navidades, según se desprende de una entrevista que cita hoy Novie Izvestia.
A principios de diciembre, el presidente ruso definió de “barbarie” la celebración de cenas de Navidad de empresa por cuenta de las compañías públicas. “Que se gasten lo que quieran. Pero que lo paguen de su bolsillo. Apenas puedo imaginarme que el KGB en el que trabajé aún en la época soviética asignara fondos de su presupuesto para una fiesta de empresa”, acotó Putin.
De acuerdo al sondeo realizado por el Fondo de la Opinión Pública (FOM, por sus siglas en ruso), uno de cada dos rusos que sí tuvieron fiesta de empresa se vieron obligados a poner dinero de su bolsillo para costearla, y en el caso de uno de cada cuatro la celebración se pagó a medias entre la empresa y los empleados, siendo el aporte medio de cada comensal de 1.189 rublos (35,2 US$).
La mayoría de los rusos que disfrutaron con una fiesta de empresa en diciembre pasado justifican la tradición por el ambiente de compañerismo que reina en este tipo de eventos, indica el rotativo.
“Rusia no es solo Moscú, ciudad en que el concepto de fiesta de empresa ha calado entre los trabajadores de oficina. En muchos lugares del país se desconoce, porque apenas hay oficinas”, comenta a Novie Izvestia Alexéi Grazhdankin, subdirector de otra entidad de investigaciones sociológicas, Centro Levada.
El experto destaca también el factor económico. “Las empresas no tienen dinero extra para fiestas. Los trabajadores tampoco lo tienen, pese a que Vladímir Putin les recomendó que se las pagaran entre todos”, explica. Otras de las razones es que la Navidad en Rusia es tradicionalmente una fiesta familiar, a diferencia de otras fechas señaladas, como el Día del Defensor de la Patria (23 de febrero) o de la Mujer Trabajadora (8 de marzo).
