El papa Benedicto XVI, que renunció al Pontificado en febrero de 2013, destituyó entre 2011 y 2012 a casi 400 sacerdotes sospechosos de abusar sexualmente de menores, según se desprende de un informe del Vaticano.
Según Associated Press que ha tenido acceso al documento, se trata de una cifra que duplica al número de curas cesados por el mismo motivo entre 2008 y 2009. La agencia destaca que es la primera vez que la Santa Sede detalla el número de sacerdotes destituidos por abuso de menores, mientras que antes se limitaba solo a hacer pública la cifra de denuncias al respecto que recibía.
El informe fue elaborado para su presentación ante el Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas. Su contenido trasciende pocos días después de que el Vaticano reafirmara su compromiso con la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño.
El arzobispo Silvano Tomasi, observador permanente de la Santa Sede en la oficina de la ONU en Ginebra, declaró con anterioridad que el maltrato a los menores no puede tener justificación alguna, aunque negó las acusaciones de que el Vaticano obstaculizaba a la Justicia en la investigación contra sacerdotes acusados de abusos sexuales de menores.
En los últimos años, la Santa Sede ha sido objeto de duras críticas por no responder debidamente ante las numerosas denuncias de abuso de menores por parte de religiosos. Varias ONGs acusaron directamente al papa Benedicto XVI y a otros miembros destacados de la Curia Romana de intentar callar esos delitos e impedir que fueran investigados.
