El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, denunció hoy los intentos de “justificar una intervención humanitaria” en Siria.
“Se intenta exacerbar el tema de la situación humanitaria en Siria, crear un nuevo pretexto para promover la idea de los llamados corredores humanitarios y zonas de exclusión aérea y, a la larga, justificar una intervención humanitaria”, señaló Lavrov tras reunirse con su colega sirio, Walid al Mualem.
Recordó que en la ocasión anterior, a finales de agosto pasado, se esgrimió el pretexto de que el Gobierno sirio supuestamente había usado armas químicas cerca de Damasco, noticia que resultó falsa.
El ministro destacó la disposición del Gobierno sirio a facilitar el transporte de materiales humanitarios a Guta Oriental y otras zonas, incluidos los suburbios de Damasco y Alepo.
Durante el encuentro, el canciller sirio presentó a su homólogo ruso un plan para garantizar la seguridad en Alepo.
“Si todas las partes cumplen sus compromisos en esta materia, podremos extender la experiencia de Alepo a las demás ciudades”, dijo Al Mualem, quien presidirá la delegación gubernamental en la conferencia internacional para la paz en Siria, a inaugurarse el 22 de enero en la ciudad suiza de Montreux.
De cara a la conferencia, Lavrov recordó que el Gobierno de Siria ya formó la delegación correspondiente mientras que “la oposición, ante todo, la llamada Coalición Nacional aún no ha dado pasos en la misma dirección y retrasa su consentimiento”.
“Lo último que hemos averiguado es que la Coalición y otros grupos opositores no han recibido aún una invitación formal para participar en Ginebra 2”, dijo. El secretario general de la ONU, según Lavrov, debe de estar esperando a que la Coalición decida sobre su asistencia al foro.
El ministro atribuyó las dilaciones a “las peleas entre diversos grupos que conforman la Coalición y son apoyados por diversos patrocinadores externos”.
Moscú y Damasco desean que la próxima conferencia en Montreux contribuya a cesar el derramamiento de sangre, preservar la integridad territorial de Siria y su carácter de Estado soberano y laico que garantiza iguales derechos a todos los grupos étnicos y religiosos, subrayó el jefe de la diplomacia rusa.
