Las autoridades de Rusia expulsaron a más de 63.000 inmigrantes del país en 2013, reveló hoy el jefe adjunto del Servicio Federal de Inmigración (FMS) Dmítri Demidenko.
“En 2013 expulsamos (por decisión judicial) a más de 63.000 inmigrantes, otros 1.300 fueron deportados (por el FMS) y limitamos el derecho de ingreso a 500 mil solicitantes”, dijo el funcionario a la prensa.
Sin exponer cifras comparativas del año anterior, el funcionario dijo que el año pasado a Rusia llegaron 15,5 millones de extranjeros, pero no especificó cuántos de ellos permanecen en el país.
Demidenko indicó que las autoridades rusas, más que todo limitan el ingreso a ciudadanos de Tayikistán, Uzbekistán y Kirguizistán.
Añadió que los criterios de los agentes del FMS para expulsar o deportar inmigrantes es la cantidad de violaciones administrativas como la caducidad de los permisos de residencia, el trabajo sin licencia y la comisión de delitos.